martes, 18 de noviembre de 2008

La televisión es el "opio y el refugio" de las personas infelices

Un estudio señala que el consumo televisivo aumenta la infelicidad y puede generar adicción

publico.es

La adicción a la televisión es mucho más que una frase hecha.Un informe la califica comol "opio y el refugio" de las personas infelices a las que, sin embargo, no aporta ningún beneficio "a largo plazo". No sólo eso, sino que también les obliga a abandonar la práctica de otras actividades "más provechosas", según un estudio publicado por la compañía Springer Science+Business Media.

El documento, titulado ¿Qué hace feliz a la gente?, analiza el nivel de felicidad de las personas en función de sus actividades cotidianas. En este sentido, destaca que la televisión es uno de los factores que provoca infelicidad, al mismo tiempo que se convierte en una "adicción para las personas más vulnerables".

La droga catódica

Según el estudio, la televisión tiene "puntos paralelos" con las adicciones, ya que produce "momentos breves de placer", aunque a la larga su consumo puede conllevar "a la miseria y a los lamentos".

"Este medio no exige dificultad alguna para los usuarios, por lo que influye en personas con pocas habilidades sociales", señala.

El consumo diario de televisión es un 30% superior en las personas infelices respecto a las personas más felices, un patrón "particularmente dramático" para Springer. En cuanto a las personas con una felicidad intermedia, el consumo es únicamente un 10% superior al de las felices.

Además, revela que las personas que no están contentas en su matrimonio emplean más tiempo delante del televisor (un 10% por encima del consumo de las personas felices). "La mayor excepción del estudio se produce en el consumo televisivo, con claros índices de correlación con la infelicidad", apostilla.

Según Springer, esta conclusión es contraria a la de recientes estudios elaborados en la universidad de Princeton, donde consideran a la televisión como una actividad "altamente recomendable que mejoraría la calidad de sus usuarios".

miércoles, 12 de noviembre de 2008

La hipnosis: entre el mito y la realidad

La hipnosis –cuenta la wikipedia– es una condición fisiológica en la cual todas las personas pueden ser inducidas a mostrar varias diferencias en su pensamiento y conducta. Aunque algunos individuos experimentan un incremento en sugestibilidad y sentimientos subjetivos de un estado alterado de conciencia, no es igual para cada persona particular.

La hipnosis, pues, es una realidad científica. Su más importante consecuencia fue el descubrimiento del inconsciente, base del psicoanálisis de Sigmund Freud.



Lo que no es obstáculo para que la imaginación humana, a partir de este fenómeno, haya elaborado muchos mitos y fantasías, situados más allá del método científico.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Explicación científica de los déjà-vu

Los déjà-vu se deberían, según científicos del MIT, a una anomalía en el funcionamiento del cerebro, concretamente en una región del hipocampo. Más información en tendencias21.net.

jueves, 30 de octubre de 2008

Albert Bandura: la crítica al conductismo

El psicólogo Albert Bandura rompió con el conductismo cuando se dio cuenta de fenómenos del aprendizaje que esta escuela no podía explicar. En concreto, el modelado se trata de un aprendizaje donde los alumnos aprenden por imitación de las conductas observadas.

Los experimentos más famosos de Bandura fueron los realizados con el muñeco bobo. Un muñeco bobo es un juguete hinchable en forma de huevo con cierto peso en su base que hace que se tambalee cuando le pegamos.

En una película de una de sus estudiantes, se veía a ésta golpeando al muñeco, y gritándole "¡estúpidooooo!". Bandura les enseñó la película a un grupo de niños de guardería que saltaron de alegría al verla. Posteriormente se les dejó jugar. Y lo que sucedió es que un gran coro de niños se pusieron a pegar con descaro al muñeco bobo gritándole "¡estúpidooooo!”, incluso empleando martillos. Así que imitaron a la joven de la película de una manera bastante precisa.

Lo importante de este experimento es que mostraba cómo los niños pueden cambiar su comportamiento sin que hubiese inicialmente un refuerzo dirigido a condicionar dicho comportamiento, lo cual no encaja con las teorías de aprendizaje conductistas.



Bandura llamó al fenómeno aprendizaje por la observación o modelado, y su teoría usualmente se conoce como la teoría social del aprendizaje. Por sus aportaciones, también se le ha considerado a Bandura como padre del cognitivismo.

En definitiva: los niños hacen lo que ven en otros.



Al igual que en los anuncios de publicidad nos tratan de hacer que compremos cosas por imitación (y si es a personas que admiramos, mucho mejor).

Condicionamiento operante (Skinner)

En el condicionamiento operante, la frecuencia de un comportamiento es aumentada, disminuida o suprimida por refuerzos positivos, refuerzos negativos, castigos, extinciones de refuerzos u omisión de los mismos.

Aquí vemos a un ratón al que los psicólogos convierten en un Indiana Jones mediante el reforzamiento de las conductas adecuadas.



En marketing, por ejemplo, se puede condicionar mediante los típicos premios que se regalan a la hora de comprar un producto.

Condicionamiento clásico (Pavlov)

El condicionamiento clásico o pavloviano se basa en la asociación entre un estímulo fisiológico o incondicionado (EI) con un estímulo arbitrario o condicionado (EC) a la hora de provocar una misma respuesta (R). Asociando varias veces el sonido de un metrónomo (EC) a la comida (EI) se puede lograr que el perro salive (R) tan sólo en presencia del sonido (EC).



Por ejemplo, en un anuncio publicitario se puede asociar la imagen de un producto con una música con alta carga emocional, de modo que la presencia de la marca acabe provocando las mismas emociones que la música.

Tema 1. La psicología como ciencia

Literalmente, psicología quiere decir “estudio del alma”, pero el concepto de “alma” no puede ser objeto de estudio científico: pertenece al terreno de los mitos, de la religión o de la metafísica.
Por el contrario, la Psicología se considera una ciencia, ya que usa los métodos propios de los saberes científicos, en lugar de la fe o de la especulación. Su campo de estudio es el comportamiento y los procesos mentales.

Sin embargo, al igual que el resto de las ciencias humanas, la Psicología cuenta con corrientes muy diversas, influidas por distintas concepciones sobre el ser humano, la sociedad y el conocimiento.

1.1 Prehistoria de la Psicología

Salvo excepciones como la de los atomistas, en la Antigüedad se pensaba que la mente (el “alma”) era de una naturaleza totalmente distinta al cuerpo. A esta concepción del ser humano se la llama dualismo antropológico, y ha pervivido hasta en científicos modernos como Descartes.

El dualismo conllevaba dos problemas de difícil solución: 1) ¿Cómo pueden comunicarse las dos sustancias, cuerpo y espíritu, siendo tan diferentes? 2) Si no tienen alma los animales, ¿por qué la ha de tener el hombre? ¿No puede el ser humano ser entendido también como una máquina aunque se crea libre?

La teoría de la evolución de Darwin (siglo XIX) supuso prácticamente el final de este dualismo metafísico, pues se comprobó que los animales expresan emociones y que hay una continuidad evolutiva entre éstos y el hombre.

1.2 El método científico

Hay dos tipos de ciencias: las formales, que sólo necesitan de la matemática y la lógica, y las empíricas, que precisan también de la comprobación experimental.

El método general de las ciencias empíricas es el método hipotético-deductivo, que consta de las siguientes fases: 1) observación; 2) planteamiento de hipótesis; 3) deducción de las consecuencias contrastables de la hipótesis; 4) comprobación experimental de tales consecuencias; 5) establecimiento de una ley (si se verifica la hipótesis) o rechazo de la hipótesis (si se falsa).

El criterio para distinguir lo que es ciencia de lo que no lo es reside en la capacidad que tienen las hipótesis para ser falsadas o verificadas.

Doctrinas como la parapsicología no son científicas ya que no se pueden contrastar; serían, pues, pseudociencias (“falsas ciencias”). El argumento de que la parapsicología es verdadera ya que explica fenómenos que no consigue explicar la ciencia es un sofisma llamado argumentum ad ignorantiam (falacia de la ignorancia).

1.3 Corrientes clásicas de la Psicología

1.3.1 Estructuralismo

Wundt estaba influido por una filosofía llamada empirismo. Según esta escuela, nuestra conciencia puede reducirse a sensaciones aisladas que después asocia nuestra mente (sensismo y asociacionismo).

Wundt investigaba, mediante el método de la introspección, los elementos que constituyen nuestras estructuras mentales. Para ello, construyó el que se considera primer laboratorio de psicología de la historia (Leipzig, 1879).

1.3.2 Funcionalismo

El darwinismo tuvo una importante repercusión en Estados Unidos. El funcionalismo, cuyo máximo exponente fue William James, estudia la mente como órgano cuya función es la adaptación al medio.

1.3.3 Psicología de la Gestalt

La Psicología de la Forma (Gestalt) criticó la concepción sensista del estructuralismo. Descubrió que la percepción está estructurada en totalidades o formas.

Sus máximos representantes fueron Wertheimer, Köffka y Köhler.

1.3.4 Psicoanálisis

Los filósofos Schopenhauer y Nietzsche pensaban que nuestra conciencia racional oculta un fondo irracional que expresa la verdad de nuestra naturaleza. De manera parecida, Sigmund Freud consideraba que la realidad última de nuestro psiquismo es el inconsciente. Nuestros instintos biológicos se constituyen en pulsiones que nuestra parte consciente reprime, lo que ocasiona muchos malestares psicológicos. El método psicoanalítico consiste en hacer aflorar nuestro inconsciente mediante la introspección, la asociación libre de ideas y la interpretación de los sueños.

El carácter científico del psicoanálisis ha sido muy discutido. Su método consistíría en la hermenéutica (arte de la interpretación), un método propio de las ciencias humanas, utilizado sobre todo para el análisis de textos.

1.3.5 Conductismo

A diferencia del Psicoanálisis, cuyos conceptos son difícilmente verificables o falsables, el conductismo trata de ser lo más fiel posible a la naturaleza experimental de la ciencia. Para ello, elimina cualquier consideración sobre lo que pueda pasar dentro de nuestra mente (introspección), y se limita a estudiar lo que se puede observar directamente en otros sujetos: la conducta.

El conductismo estudia las relaciones entre los estímulos físicos que recibe un organismo y sus respuestas en la conducta. Asociando distintos estímulos, se puede alterar las respuestas del organismo.

Condicionamiento clásico. Pavlov estudió cómo un estímulo condicionado (EC, el sonido de una campana), al asociársele a un estímulo incondicionado (EI, la comida), puede provocar una respuesta (R) por sí solo sin el estímulo incondicionado. El sujeto de experimentación empezará a salivar sólo con oír el sonido de una campana, del mismo modo que nosotros ya empezamos a salivar cuando ponemos la mesa antes de comer.

Condicionamiento operante. Por otro lado, Skinner, considerado como conductista radical, investigó cómo alterar las operaciones del sujeto mediante refuerzos. Los refuerzos positivos, que hacen sentir placer, aumentan la frecuencia de una conducta, mientras que los negativos disminuyen la frecuencia. También se controla la conducta mediante castigos (que la suprimen) y por omisión de refuerzo.

El conductismo radical fue superado por Bandura, quien constató la importancia en el aprendizaje del modelado (actuar siguiendo el ejemplo de otras personas) o de la promesa de refuerzos positivos en el futuro.

1.3.6 Psicología humanista

La psicología humanista surge en oposición al conductismo, pues piensa que el ser humano no puede ser reducido a una máquina que da respuestas a estímulos, y que, además, es muy distinto a los animales.

Según esta concepción, influida por la filosofía existencialista y el personalismo cristiano, el ser humano es libre y responsable de sus actos; orienta su conducta por valores y se realiza mediante relaciones interpersonales.


El psicólogo debe considerar al paciente como un todo integral. Maslow estableció una jerarquía de necesidades en el ser humano, que van desde el estrato más bajo (las necesidades fisiológicas, de seguridad, de pertenencia o afiliación y de valoración o reconocimiento) hasta las necesidades más elevadas (las necesidades de autorrealización).

1.3.7 Psicología soviética

La Psicología soviética partía de la filosofía de Marx y Engels: el materialismo dialéctico. Sus máximos exponentes fueron Vygotsky y Luria. Consideraban que la mente se reduce al cerebro, que constituiría la materia más organizada. La conciencia, para ellos, es un reflejo de las relaciones sociales y de nuestro modo de transformar la naturaleza.

El pensamiento, según Vygotsky, está ligado al lenguaje. El niño comienza a usar las palabras como herramientas para conseguir sus deseos egocéntricos, pero después acaba interiorizando las relaciones interpersonales para formar su conciencia.

1.3.8 Psicología cognitiva

La Psicología cognitiva derriba la barrera que se había autoimpuesto el conductismo: investigar cuáles son los procesos mentales que median entre estímulos y respuestas.

La Psicología cognitiva parte de la metáfora del ordenador. Una computadora hace complejas elaboraciones de información a partir de los inputs que se le introducen y da salida a esa información procesada mediante outputs. También, como el ordenador, tiene memorias a corto y largo plazo.

Dentro de esta orientación, Piaget ha realizado valiosas aportaciones para la psicología de la educación. Con su doctrina de la epistemología genética trata de explicar la evolución cognitiva de los individuos a lo largo de la vida.

Según este psicólogo suizo, las acciones que realiza el organismo se generalizan como esquemas, y estos esquemas se integran equilibradamente en estructuras cognitivas. Gracias a estas estructuras, que son construcciones que elabora el sujeto en su mente, se posibilita la adaptación del sujeto a su entorno. Los objetos que encuentra el niño en el medio son asimilados a sus estructuras cognitivas y, a la inversa, los nuevos objetos pueden hacer que se modifiquen o acomoden las estructuras mentales previas. Ambos procesos (asimilación y acomodación) están en tensión y forman un equilibrio fluctuante: nuevas objetos pueden hacer que entren en crisis las estructuras cognitivas que tiene un sujeto en una determinada etapa de su desarrollo.

El desarrollo cognitivo se debe a la reorganización de las estructuras cognitivas como consecuencia de procesos adaptativos al medio. Si la experiencia física o social entra en conflicto con los conocimientos previos, las estructuras cognitivas se reacomodan para incorporar la nueva experiencia, y esto es lo que se considera como aprendizaje. El contenido del aprendizaje se organiza en esquemas de conocimiento que presentan diferentes niveles de complejidad. Así que el aprendizaje en la escuela debería consistir en la provocación de conflictos cognitivos en el alumno, mediante recursos tales como preguntas desafiantes de su saber previo, situaciones desestabilizadoras o proyectos retadores.